Historia

Hacia fines del siglo XIX se construyó la enorme casona de bahareque con puerta del sol. Pertenecía a Emilio
Hurtado y Cecilia Hurtado, quienes habían emigrado de Nicaragua. En 1945 se fundó el instituto de Guanacaste. Para ese
entonces la propiedad pertenecía a Manuel Rodríguez Caracas, un músico, jurista y litigante notable, compuso el famoso
pasillo “He Guardado”, en la Asamblea Legislativa su labor fue ejemplar, tanto así que tuvo a cargo la tarea de defender
al expresidente Lic. Teodoro Picado, ante las acusaciones de traición a la patria. Él residía en una sección de la casona y
alquiló la mayor parte del inmueble al colegio y posteriormente a distintos negocios comerciales. En las décadas que van
de 1960 a 1980 también estuvo alquilado a la escuela Normal Rural de Guanacaste y al estanco del consejo Nacional de
Producción. Una de las últimas actividades en funcionar fue el abastecedor “Tito”. En las últimas décadas, la casona entra
en un periodo de rápido deterioro y es hasta finales de 2021 cuando comienza un proceso de restauración luego de ser
adquirida por el abogado y exdiputado Ovidio Pacheco Salazar, quien junto a su esposa Adela Castro Gutiérrez y sus hijos
toma la decisión de rescatar gran parte de la antigua casona y devolverle su esplendor original.